martes, 12 de febrero de 2013
Regresan los resto de Julia Pastrana "la mujer simio" a México
La historia de Julia Pastrana, la indígena sinaloense que tuvo una vida de lo más curiosa símbolo de la explotación indígena y del morbo humano.
"La mujer mono", "La mujer oso" o "El híbrido maravilloso", tal y como se le llamaba presentaba una extraña deformación de la cara. y un caso extremo de Hipertricosis.
En 1854 Pedro Sánchez la vendió a Francisco Sepúlveda, administrador de la Aduana Marítima de Mazatlán que la explotó para exhibiciones de ferias y circos, al querer incursionar en el mercado americano, contrata a Theodore Lent, quien se casa con Julia para quedarse con ella y explotarla para su conveniencia.
Su fama llegó a valerle el capitulo 25 del libro The Variation of Animals and Plants Under Domestication escrito por Charles Darwin en 1868.
Dominaba tres idiomas, tocaba y cantaba en un tono de mezzosoprano, había adquirido el comportamiento de una verdadera dama y pese a estar condenada a una vida llena de sin sabores entre circos de Europa y Estados Unidos, viajó por el viejo mundo hasta su muerte debido al alumbramiento de su hijo en Moscú en 1860, el cual no sobrevivió, víctima de las mismas deformaciones.
Su esposo no terminó de explotar con su muerte su fama, mandándola a embalsamar junto a su hijo fallecido y exhibiéndola como una momia hasta su muerte en 1884.
Sus restos pasaron por varios dueños hasta acabar en un almacén tras haber permanecido en exhibición hasta 1970, cuando fueron robados. Los restos del menor en el proceso fueron destruidos, mientras que a Julia le desprendieron un brazo.
Las autoridades Noruegas finalmente decidieron regresar el cuerpo a México para su descanso final mismos que llegaron este mes del día 11 al estado de Sinaloa.
"La mujer mono", "La mujer oso" o "El híbrido maravilloso", tal y como se le llamaba presentaba una extraña deformación de la cara. y un caso extremo de Hipertricosis.
En 1854 Pedro Sánchez la vendió a Francisco Sepúlveda, administrador de la Aduana Marítima de Mazatlán que la explotó para exhibiciones de ferias y circos, al querer incursionar en el mercado americano, contrata a Theodore Lent, quien se casa con Julia para quedarse con ella y explotarla para su conveniencia.
Su fama llegó a valerle el capitulo 25 del libro The Variation of Animals and Plants Under Domestication escrito por Charles Darwin en 1868.
Dominaba tres idiomas, tocaba y cantaba en un tono de mezzosoprano, había adquirido el comportamiento de una verdadera dama y pese a estar condenada a una vida llena de sin sabores entre circos de Europa y Estados Unidos, viajó por el viejo mundo hasta su muerte debido al alumbramiento de su hijo en Moscú en 1860, el cual no sobrevivió, víctima de las mismas deformaciones.
Su esposo no terminó de explotar con su muerte su fama, mandándola a embalsamar junto a su hijo fallecido y exhibiéndola como una momia hasta su muerte en 1884.
Sus restos pasaron por varios dueños hasta acabar en un almacén tras haber permanecido en exhibición hasta 1970, cuando fueron robados. Los restos del menor en el proceso fueron destruidos, mientras que a Julia le desprendieron un brazo.
Las autoridades Noruegas finalmente decidieron regresar el cuerpo a México para su descanso final mismos que llegaron este mes del día 11 al estado de Sinaloa.
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