La película está englobada en la trilogía The Blood and Ice Cream Trilogy, dedicada enteramente a homenajear a los géneros policiacos, de terror y desastres, cuya película final sería The World's end (2014) y que es precedida por Hot Fuzz (2007).
Una cinta protagonizada por el duo cómico británico de Simon Pegg y Nick Frost, que quizás muchos no hayan conocido, salvo que hayan visto su participación en la incomparable sitcom Spaced (1999-2001), algo obligado pues algunas referencias a las serie salen a la vista, donde incluso aparece esa dulzura de mujer, Jessica Hynes, que junto a Simon Pegg escribieron la mejor serie de referencias de todos los tiempos.
Shaun of The Dead es considerada actualmente una cinta de culto, que se nutrió del boca a boca para su tímido éxito a nivel mundial costando 4 millones de libras esterlinas y ganando más de 30 millones de dólares. Lo que sirvió posteriormente para que Hot Fuzz tuviera una legión de seguidores en todo el mundo que contribuyó a su éxito y al interés en la comedias y series británicas como Doctor Who donde Jessica Hynes y Simon Pegg aparecen.
Trama
Shaun (Simon Pegg) trabaja en una tienda de artículos electrónicos y siente que el mismo es un fracasado, su mejor amigo Ed (Nick frost), es un bueno para nada que vende droga en sus ratos libres y pese a ser un molesto estorbo entre su novia Liz (Kate Ashfield) y Shaun este le tiene aprecio por encima de todo.
Nuestro protagonista odia a su padrastro quien no deja de recordarle que visite a su madre, Shaun tiene planes con su novia, cuya relación a ido para peor, pero se rompe definitivamente cuando olvida hacer la debidas reservaciones para su noche romántica, encima llevando a Ed a su lado.
El mundo se bota patas para arriba y Shaun tiene que decidir arreglar todos los puntos flojos de su vida que lo llevará de visita al bar de Winchester, su lugar preferido de la ciudad, todo mientras intenta convencer a su ex-novia de ir con él y alejar a su madre de su odiado padrastro.
Crítica
Esta comedia, pese a ser una película que incluye como mero adorno a los zombies, se cataloga aparte y es una muestra de la forma inteligente en que los recursos dramáticos, cómicos y trágicos son empleados para crear una historia bien estructurada y balanceada, que no dejaran de mantenernos atados al asiento y pese a ser puramente inglesa, tanto en su humor como en sus clichés, si es que en algún momento los tuviese, pasan por desapercibidos.
Gran parte de su frescura, es porque muy pocos conocían series como Spaced, donde podemos ver el estilo de los actores que se explota hasta la mínima gota en esta imprescindible cinta, pero la única, Hot Fuzz es una digna heredera de este estilo.
Debo reconocer que soy un fan acérrimo de Frost y Pegg desde Shaun of The Dead, cuanto más para que conozcan una de las mejores películas de parodias y cine de referencia de todos los tiempos
Calificación: 8/10 |
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