Mad Max: Furia en el camino (2015): Reseña y crítica de la película

Mad Max: Fury Road es una película dirigida por George Miller, creador, escritor y director de la trilogía original de Mad Max el Guerrero del camino a finales de los años setentas del siglo pasado con Mad Max (1979).

Miller decide crear una película dedicada enteramente a la postura feminista sobre el patriarcado y el hombre represor, lo que llevará a que hombres arrepentidos devotos de este sistema maligno, terminen del lado de la mujer para encumbrarla al pináculo del poder donde serán adoradas como diosas, en vez de objetos sexuales con todos los privilegios por estar en el harén del líder.

Parece que es importante que en todas las películas de acción destinadas al público varonil se impongan mujeres líderes como protagonistas y que enseñen a los hombres a no violar y tratar a las mujeres como seres iguales, pero no nos preocupemos, mientras tanto el sexismo de las mujeres está garantizado sin pena ajena en cintas como Pitch Perfect 2 (2015) citando a la gorda Amy: Podría ser el jamón de ese sandwitch.

Tom Hardy en el papel de Max y Charlize Theron como Furiosa, protagonizan una de las cintas acción más interesantes de la temporada usando efectos especiales tradicionales, cuyo único defecto es que no encontrará un público objetivo adecuado para su éxito, siendo demasiado violenta para las mujeres y poco divertida, obsoleta para los hombres que buscan películas de Superhéroes, lo que se ha traducido en una taquilla floja.

Trama
Max (Tom Hardy) es atrapado por los War Boys, un ala de milicias de piel pálida -posiblemente mutantes, que trabajan para el Immortan Joe (Hugh Keays-Byrne), el tirano gobernante de los sobrevivientes de la guerra nuclear, quien por medio del agua controla a la población para tener un trato de dios.

Tom Hardy logra exitosamente entrar en el personaje aunque olvidándose del humor del mismo.

Él no busca cambiar la situación de nadie en especial y al haber perdido a su familia, su única tarea es sobrevivir, así que intenta escapar, para su desgracia es atrapado y es amarrado al frente de un carro -aunque es ilógica la temporalidad de la trama porque pareciera un lapso de muchas décadas después de la guerra nuclear.

Es la moda de los villanos con máscara, aunque es una tradición en Mad Max.

Conocemos a la Comandante Furiosa (Charlize Theron), quien decide escaparse de la Citadel, llevándose con ella el harén de Joe, lo que desata una persecución por recuperarlas.

En la búsqueda del paraíso feminista que no existe.

En ese momento Furiosa y Max tendrán que unir fuerzas para sobrevivir a la persecución del "maligno" Joe.

La fotografía es grandiosa, aún así, corregida intensamente digitalmente.

Calificación: 7.9/10

Crítica
No estamos en la mejor época del pensamiento humano respecto al cine, eso es claro y en estas películas que buscan incluir ese algo que va más allá del común denominador, resulta en una trama floja y poco elaborada porque carece de contrapunto, sopesa lo inmediato; es blanco o es negro, la mujer es un espíritu libre, el hombre es un opresor; la mujer es tratada como objeto, el hombre es el culpable de la cosificación de la mujer...

El australiano director trató de filmar esta cuarta entrega durante años, pero se vio rodeado de muchas dificultades que lo llevaron a filmar primero Happy Feet (2006) y su secuela en 2011, perdiendo el favor de Mel Gibson en la franquicia debido a su cancelación en 2003 por la Invasión de Irak por parte de los Estados Unidos.

Para un director cuyo mundo se ha movido entre un estilo pseudo-artístico de influencia francesa y el cine más comercial, para ejemplo tenemos su participación en la creación de Babe, el cerdito en la ciudad (1998) que copia mucho del estilo de Jean-Pierre Jeunet, Miller no es un pensador y esta obra es una muestra de ese gran defecto pese a ser a la vez, una muestra en todo lo alto de las capacidades del cine de técnicas más tradicionales que digitales.

Miller consultó a la creadora de Los Monólogos de la Vagina, Eve Ensler, para que incorporase elementos feministas que son bastante obvios y poco desarrollados al no confiar que su otros tres guionistas masculinos fueran capaces de entender los alcances de las mujeres explotadas y su supervivencia, desde la mujer amazona que no necesita de los hombres, el patriarquismo, la cosificación y la lucha feminista para abrirse el paso a la cumbre del poder.

Furiosa, que es prácticamente la protagonista de la cinta, va en busca de un edén feminista controlado por mujeres, pero no podemos vivir en utopías y se ve forzada a regresar al mundo para enfrentar al patriarcado encarnado por Joe Immortan y lo hace con la ayuda del hombre que se arrepiente de haber servido a ese sistema, que es representado por Nux (Nicholas Hoult) y que no se unirá a ellas en el podio, sino se sacrificará para pagar su pecado.

No tengo necesidad de incidir que Max como el hombre perfecto del feminismo, se hace a un lado sin esperar nada a cambio por su esfuerzo y deja a las féminas como las únicas líderes y diosas de la sociedad, ganándolo todo sin ofrecer nada a cambio, mientras las masas las miran ser encumbradas llorando y aplaudiendo porque el patriarquismo ha muerto -lo que es una patraña.

Es una película de espeluznante acción con muchas pretensiones guionísticas pero no juega con ninguna de ellas y se prestaba para comentarios sociales más amplios a una complaciente visión feminista ignorando los claroscuros de cada personaje.

Para poner en contexto el inmenso logro técnico filmado en Namibia, el 99% de las escenas son producto de métodos tradicionales con dobles y actores, entre ellos ciento cincuenta atletas e integrantes del Cirque du Soleil, lo que se notan en la escena del asalto final al trailer.

Recomendable incluso si nunca has visto nada del mundo post-apocalíptico de Mad Max.